1. Huesos y dientes: el aceite de coco ayuda a la absorción de calcio y magnesio que lleva a un mejor desarrollo de huesos y dientes
2. Digestión: las grasas saturadas en el aceite de coco contribuyen al control de parásitos y hongos que causan indigestión y otros problemas relacionados con la digestión, como el síndrome de colon irritable.
3. Aumento de energía: el aceite de coco aumenta la energía y la resistencia y la resistencia por lo que es gran complemento para los atletas.
4. Insulina: mejora la secreción de insulina y la utilización de la glucosa en sangre, por lo que es ideal para diabéticos y no diabéticos.
5. Función pulmonar: aumenta la fluidez de las membranas celulares.
6. Tiroide: se ha comprobado que el aceite de coco estimula el metabolismo, mejora la función tiroidea y aumenta los niveles de energía.
7. Pie de atleta: ayuda a eliminar los hongos que provoca el pie de atleta.
8. Insomnio: el consumo de una dosis diaria de aceite de coco ayuda a regular las funciones corporales incluyendo el sueño.
9. Alzheimer: los ácidos grasos presentes en el aceite de coco pueden incrementar la función cerebral.
10. Colesterol: el aceite de coco mejora los niveles de colesterol en la sangre y reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
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